Último capítulo: mi parto (parte 3)

Al haberme puesto la epidural, me monotorizaron de nuevo, correas y un tensiómetro que, cada 10 minutos, tomaba mi tensión, ya que la epidural puede hacer que tengas subidas y bajadas y eso hay que controlarlo.También me pusieron un bote de suero y otro de oxitocina para seguir el curso del parto ya que cómo iba tan bien y tan rápido temían que, al ponerme la epidural, el parto se parará y tuvieran que acabar en una cesárea. Suerte que me pusieron el suero porque, desde que habíamos entrado al hospital no pude beber ni comer nada, por si al final acabábamos en una cesárea y tenía muchísima sed... Pasados 5 minutos, a las 16:30 de la tarde, después de 6 horas de parto oficial, vino la comadrona y me dijo que, al ser un hospital privado, habían avisado a mi ginecólogo para que viniera al parto, que me iban a realizar otro tacto para ver como iba y calcular más o menos tiempo. Y otra vez de nuevo otro tacto, para ver como iban avanzando, y... sopresa de nuevo estábamos de 6 cm, esto no había quién lo parará. Así que se fue ha avisar a mi ginécologo para que se pusiera de camino ya que desde la consulta a la que yo iba hasta el hospital habían unos 45 minutos más o menos y sino no llegaba. Sobre las 17 noté como si mi lado izquierdo se despertará de la epidural, empecé a notar todo y... bendita epidural, entre el dolor y lo cansada que estaba, notaba como si me estuvieran destruyendo por dentro, así que avisé a la comadrona para que le dijera a la anestesista que subiera. Cuando ésta llegó me pusieron de lado para que la epidural que me ponían extra hiciera más efecto sobre el lado que se me había despertado y, así fue, en dos minutos estaba otra vez perfecta. A las 17.30 apareció de nuevo la comadrona y efectivamente, estaba de 8 cm, me quedaban dos para empujar y la comadrona empezó a prepararlo todo. Vino todo el equipo médico, menos el ginecólogo, y prepararon todo: su camita, todo el material instrumental, papeles...etc... Sobre las 18:15 me sondaron para eliminar líquidos para evitar posibles efectos en la vejiga al empujar y una vez realizado esto, tacto y tachán, completa, 10cm. Así que esperando a que llegará el doctor, me dijo la comadrona que si sentía la necesidad de empujar que empujará pero que la peque estaba muy alta y había que esperar a que bajará un poco para que los pujos fueran efectivos. Así que me medio incorporaron un poquito y ya me colocaron las piernas en los soportes y luz en la parte de la vagina para empezar a controlarlo todo. Sobre las 19:30 apareció el doctor, la niña ya estaba abajo y empezamos a empujar. Esto ya se acababa... por fin llegaba el momento verdadero. Papi se puso a mi lado derecho ayudandóme y otra comadrona a mi lado izquierdo que eran los que me ayudan a levantarme cada vez que empujaba. Me comentaron qué, para empujar, teníamos que seguir las contracciones, es decir cuando hubiera contracción empujaríamos hasta que la contracción se acabará, pero que durante ella íbamos a coger aire y hacer varios empujones separados de descansos para coger aire ya que la bebé al estar unida tras el cordón, si yo no me oxigenaba bien, la bebé como consecuencia tampoco. Tras dos empujones, una comadrona estúpida, se pusó encima de mi tripa para "ayudarme" a empujar, cuándo el doctor la vió le dijo que se apartará ya que yo estaba empujando muy bien y que aunque tardáramos más seguiríamos como estábamos. El doctor le comentó a papi que si quería ver como la nena estaba sacando la cabezita, le daba mucha cosa verlo pero el doctor le dijo esto sólo puede ser que lo veas una vez en la vida, y te arrepentirás. Es a día de hoy que no se arrepiente de ver como la peque asomaba la cabeza para venir al mundo. Tras varios pujos, tuvo que realizarme una episotomía ya que la nena bajaba pero no salía, volvía hacia dentro, así que para evitar un desgarro decidimos hacerla. Tras eso, yo ya estaba reventada de empujar y me dijo, -ánimo, en dos empujones más la tienes contigo. Así que me armé con las máximas fuerzas posibles, miré a papi y dijo, vamos allá. Contracción, empujón y me dijo esperamos a la siguiente contracción que la cabeza ya ha salido sólo falta otro empujón más. Mientras esperábamos esos 15 segundos entre contracción y contracción el médico me dijo que si quería sacármela yo misma. No dudé ni un segundo. Contracción, empujé y me dijo toma cógele la cabeza que la tienes fuera y te ayudo, empujé lo máximo que pudé y la llevé conmigo hacía mi pecho. Ese momento... no lo olvidaré jamás... el olor, el que tu peque busque tu calor, y cómo me miró...nació con los ojos abiertos como platos, sin llorar, simplemente observando todo lo que le rodeaba con sus ojitos... estaba con nosotros, todo lo malo había pasado... La teníamos junto a nosotros, después de dos abortos, y de todo lo mal que lo habíamos pasado los últimos dos años y todo el embarazo, todo había acabado, y había acabado bien. Lágrimas en los ojos nos inundaron a todos, incluso al doctor que sabía toda nuestra historia. Papi me besó, besó a su niña y me dijo llorando como nunca lo había visto: -Por fin... por fin nos sale algo bien. 

Comentarios