Hoy vengo ha hablaros de esos primeros meses en los que se duerme poco pero se es más feliz que nunca. En este país, por desgracia los papis tienen 4 semanas de baja por paternidad así que las mini vacaciones para adaptarse son algo justas (esperemos que cambie todo un poco) y a mamá, pasadas 16 semanas también tiene que volver al trabajo así que sobre el tercer mes hay que a plantearse cambios en la mini rutina que se llevaba hasta el momento. Yo, papi melón ahora mismo trabaja y decidí irme al paro. Ya sé que muchos pensaréis que estoy loca pero os voy a contar mi situación. Nuestros padres todos trabajan y no nos pueden echar una mano con la peque sólo el fin de semana, papi trabaja de cocinero con lo que sus horarios son algo complicados, y yo trabajaba en la que se trabajaba todos los días en verano y en invierno sólo se trabaja fines de semana. Es decir, si dejábamos a la peque en una guarde para que yo trabajará, el fin de semana sí o sí necesitábamos a alguien que nos echará una mano y como os he comentado antes tendría que ser pagando, y entre semana si un día se ponía mala la peque (cosa que pasa con frecuencia sobretodo el primer año de guardería) ¿qué hacíamos? ¿No íbamos a trabajar alguno de nosotros? Y pidiendo yo una media jornada para poder cuidar a Naia cuando saliera de la guardería el dinero que nos quedaba no llegaba ni para comprar el pan. Así que decidimos que yo no trabajará y cuidará de Naia el máximo tiempo que aguantáramos, así que esperaremos a que vaya al cole para poder empezar a buscar algún trabajo compatible con ello. Cuándo me quedé embarazada todo parecía más fácil pero cuándo se está en situación es bastante difícil y hay que sentarse y tomar decisiones de verdad.
Es triste que en un país cómo España no se pongan más facilidades para los papis y mamis que quieran trabajar, porque en mi caso he sido yo la que hemos decidido dejar el trabajo y cuidar a la peque, pero hay casos en los que pasa al revés.
Dejando esto a un lado, quería comentaros que yo he tenido suerte, sobretodo nos apretamos el cinturón y tiramos para adelante con la decisión que tomamos. Y en esta vida tenemos que tomar decisiones que a veces nos hacen ponernos a la pareja en una situación difícil, pero hay que sentarse y tomarla a conciencia. Yo siempre os he dicho que tengo un amor de papi y de pareja y la verdad es que nos compenetramos de maravilla y a la hora de la toma de decisiones vamos a una y eso, es muy importante en una pareja.
Así que desde aquí os aconsejo que habléis, que os comuniquéis, y que el principio es difícil, pero no imposible. Tenéis que llegar a un acuerdo en común, echar bien los números y decidir que hacer. Entre dos es más fácil, creerme, y el tener el apoyo de tu pareja en momentos así, con todo el subidón hormonal que supone el embarazo y posteriormente el parto, se hace muy difícil si no tienes al lado a alguien que te apoya y no te pone impedimentos para expresarte. Recordar también que la otra parte, también está siendo complicada para ella o para él el amoldarse a está nueva vida, a esta nueva rutina y a todos los cambios que conlleva. Así que también está bien que os pongáis en su lugar de vez en cuando y sobretodo que los entendamos. Hasta dentro de poquito familia melón
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